Los pies de Ramón
Arrastraba su pies Ramón,
por las calles vacías
El asfalto despellejaba su piel
la soledad su alma
La ciudad escupía hordas
de sangre y hambre
El cielo ausente
y ese dolor que no amaina.
Los gigantes de mil ojos
sólo observaban
como Ramón arrastraba sus pies
por los ríos de alquitrán
y se despellejaba.
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