La poesía negra, también llamada afrocubana, es una tendencia poética que comunica los sentimientos, valores y situaciones peculiares del ser humano de origen africano, desde su propia perspectiva y con voz auténtica. Deriva del antiguo tema del esclavismo y constituye una intensa literatura de todo lo referente a los negros.
ORIGEN
La poesía negra surgió en torno a 1930, en las Antillas. Deriva de los movimientos de vanguardia y del gusto por lo negro que caracterizaban la literatura y el arte europeos posteriores a la Primera Guerra Mundial.
CARACTERÍSTICAS
Se orienta hacia la música, los ritmos del danzón y de la rumba.
Retrata con cierta ironía y sentimentalismo el cuerpo o el alma del negro.
Busca su inspiración en las peculiaridades étnicas y culturales de las Antillas.
El mestizaje racial y espiritual entre negros y blancos es un tema frecuente en las obras
cubanas y portorriqueñas.
La temática refleja los aspectos más variados del mundo negro o mulato: costumbres,
tradiciones, mitos, etc.
Denuncia las discriminaciones y defiende una libertad común.
La métrica se inspira en el marcado ritmo del son, a la vez que utiliza formas
tradicionales castellanas.
La incorporación de términos y expresiones de sabor africano es base de efectos
onomatopéyicos y musicales.
Hay una mezcla entre lo popular y lo culto.
REPRESENTANTES
Nicolás Guillén (1904): Es el mulato cubano más genial en la interpretación del ritmo negro. Capta la armonía afrocubana y lo emplea en su ingeniosa composición Sóngoro cosongo (1931). Nadie ha profundizado tanto como él en las significaciones del mestizaje cultural de su tierra. Pero su popularidad llega a la cúspide con El son entero (1946).
Mulata
Ya yo me enteré, mulata,
mulata, ya sé que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.
poqque tu boca e bien grande,
y tu pasa, colorá
Tanto tren con tu cueppo,
tanto tren;
tanto tren con tu boca,
tanto tren;
tanto tren con tu sojo,
tanto tren.
Si tú supiera, mulata,
la veddá;
¡que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa na!
Luis Palés Matos (1899 1959): En sus obras empleó la técnica diepalista: recreación de expresiones con onomatopeyas, no minuciosas descripciones. Su pintoresca y popular "Canción festiva para ser llorada", interpreta burlesca y amargamente las Antillas mayores y menores:
Cuba, ñáñigo y bachata.
Haití, vodú y calabaza.
Puerto Rico, burundanga.
Las Antillas menores,
titís inocentes, bailan,
sobre el ovillo del viento
que el ancho golfo huracana.
Este poeta portorriqueño domina el arte poético cubano en forma tal que la crítica hispanoamericana ha reconocido su verdadero valor. En él, el ñañiguismo ha logrado una viva expresión. Otras publicaciones, como El palacio en sombras y Canciones de la vida media, confirman su personalidad de poeta.
Manuel del Cabral (1907): Poeta dominicano. Escribió Doce poemas, ocho gritos (1937) y Pilón (1938). En sus obras retrata al criollo dominicano, viva estampa antillana del criollismo pudiente del gaucho literario:
...Más que en la voz del agua que no para,
yo vi más campo, yo leí más campo
en el libro salvaje de tu cara.
Cara para aprender a oler la loma,
cuando el tabaco de tus ojos arde
con la criolla candela de la tarde.
Y las uñas hundidas en el día,
y tu gran barba de maíz en contra
del cadáver de un grito de sequía...
CONSIGNA DE ESCRITURA
A partir de la lectura de las caracteristicas de este género y los poemas de Nicolás Guillén, Luis Palés Matos y Manuel de Cabral, escriban su intento de poesía negrista.