Fiesta y El viejo y el mar, la primera y la última de las novelas del norteamericano Ernest Hemingway, inauguran la reedición de su obra. Principio y fin de un autor que supo crear un estilo propio y desarrollar al máximo el arte de la insinuación.
Son los dos puntos de apoyo de un arco que comienza a dibujarse de manera deslumbrante y acaba apoyándose en un estilo con síntomas de agotamiento. Porque Hemingway creó un estilo propio casi desde el principio y lo mantuvo y ese estilo ha seguido teniendo una influencia decisiva posterior, aunque él llegase a ser al final un poco manierista de sí mismo. Es un modo de escribir que cabría definir como muy norteamericano en la medida que parte del Huckleberry Finn de Mark Twain y se extiende hasta los minimalistas contemporáneos (y seguirá fecundando variantes, sin duda alguna).
El estilo Hemingway se caracteriza todo por dos aspectos. En lo conceptual -digámoslo así- por la célebre "teoría del iceberg", que viene a formularse más o menos como que un texto literario ha de ser como un iceberg y no dejar asomar más de un tercio de su cuerpo, pues los dos tercios restantes han de contar con la imaginación del lector para manifestarse. Dicho de otro modo: lo que asoma, además de mostrarse eficientemente -y por eso mismo-, debe sugerir lo que hay debajo. En cuanto a lo práctico, hablamos de esa manera de contar o describir en la que los detalles se igualan y un tenedor es tan importante como una mirada; en apariencia, todos los elementos parecen manifestarse con el mismo grado de importancia, pero es justamente la masa literaria obtenida por esa igualdad lo que crea la magia expresiva y el grado de sugerencia exigido. En cuanto a los diálogos, la técnica es la misma, pero en un fraseo ágil y corto por lo general. El resultado es arrebatador: ver al leer cómo fluye lo que está oculto bajo la superficie de ese relato de sencilla apariencia, ver cómo la insinuación se convierte en un arte que gratifica la imaginación tanto como la inteligencia... ése es Hemingway y ésa es su importancia.
Veamos algunas consignas disparadoras:
1) Presten atención al narrador del relato. ¿Qué información provee?
2) ¿Qué es lo que predomina como modo narrativo?
3) ¿Qué temporalidades se manejan en este cuento?
4) El relato, dado al uso de la omisión o elipsis, no cuenta una serie de elementos. ¿Qué informaciones no están explícitas en el relato?
5) Intenten una posible explicación de las sugerencias que se hacen en el cuento. En este caso, hagan hipótesis de lectura. Justifiquen dichas hipótesis con indicios del relato y transcriban textualmente dichos los indicios.
6) Investiguen el por qué del título. Los elefantes blancos son símbolos en algunas culturas. Agreguen su explicación del título a las elipsis sugeridas.
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