Aeroplano
Realizando uno de los habituales viajes por mi trabajo, cierto día, en ocasión de frenar de manera brusca mi vehículo, escucho fuertes chirridos. Muy preocupado, desciendo, abro el capot y observo sin encontrar evidencia de la procedencia de los chirridos. Subo nuevamente para darle marcha y me sorprendo con la terrible vivencia de la caída de mi planeador, que acaba de perder un tramo del plano de sustentabilidad de cola.
Transcurrido un tiempo imposible de mesurar, despierto en el asiento trasero de mi auto. Al despejarme, y sin poder creer lo que mis ojos están viendo, descubro en la banquina contraria un planeador seriamente averiado. Me acerco al planeador y encuentro en él mi mochila de viaje.
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